Editado en castellano por La Factoria de ideas en 2005.
Traducción de Marta García Martínez.
160 páginas.
Sinopsis.
Frank Cotton ha adquirido una misteriosa caja que según la leyenda puede aportar todos los placeres carnales imaginables. Sin embargo, una vez abierta la caja ya es demasiado tarde para percatarse del error, fuerzas que no son de este mundo entran en acción en un juego de muerte y sufrimiento sin fin.
Comentario del libro.
Esta novela corta (o más bien podríamos decir relato largo) marca una etapa de transición en la obra de Barker, ya que fue publicada muy poco después de sus deslumbrantes relatos agrupados en los Libros sangrientos. Con mayor o menor fortuna, pero nunca más con la infalibilidad de sus cuentos, su predilección pasó poco a poco del terror más visceral expresado en pocas páginas a la fantasía en formato largo, aunque también es verdad que sin abandonar muchos de los elementos truculentos que se han convertido en su marca de fábrica. Así pues, en las novelas Barker parece perder fuelle, las buenas ideas quedan sepultadas bajo tal cantidad de relleno que pierden todo su valor. Esto fue algo decepcionante para muchos de los fans que le descubrieron gracias a sus relatos.
Hellraiser (The Hellbound Heart en su edición original) fue su segunda novela, publicada en 1986 y poco después adaptada al cine por el mismo Barker con una interesante aunque irregular película que se convirtió primero en una obra de culto y después en una especie de franquicia que se ha explotado hasta la saciedad a través de multitud de secuelas, comics y productos de todo tipo. Sin embargo, esta sistemática comercialización del universo Hellraiser no debe despistarnos, sería un error despreciar por ello la idea original, esta novelita, la cual tardó mucho en publicarse en castellano, quizás debido a que el boom de Clive Barker se disipó en nuestro país muy rápidamente allá a comienzos de los 90. La editorial Factoría de ideas compensó esta espera con una edición especial para miopes (por el tamaño de la letra) a un precio desmedido en relación al número de páginas.
Hellraiser es un libro tan irregular como la propia película que inspiró, pero aun así merece mucho la pena. Yo diría que las tres primeras cuartas partes del libro son magistrales, para después desembocar en un final absolutamente torpe y precipitado. El libro está escrito a golpe de frases cortantes y pulidas hasta el máximo, sin dejar de tener pese a todo una belleza formal muy acorde con el faústico tema del libro. Las ideas y personajes están muy poco desarrollados, que eso quede claro, pero son de tal potencia que consiguen hacerse rápidamente un hueco en la imaginación del lector, el cual queda obligado a rellenar con su propia inventiva lo que no se cuenta o solo queda insinuado. Quizás esta falta de desarrollo condicionó un final tan brusco y deslucido en comparación con el resto de la historia. Por lo demás, su fuerza visual, su ritmo trepidante y los resortes imaginativos que pone en circulación son tan notables que su lectura logra sobreponerse a ese final. No obstante, hay que admitir que uno se queda con ganas de conocer más sobre muchos conceptos presentes en el libro, muy especialmente todo lo relacionado con los cenobitas, aunque visto lo que vino después con las secuelas u otros productos, quizás no sea tan malo dejar todo eso en el misterio y las brumas de lo entrevisto.
Todo en la trama es desalentador, los personajes, sus relaciones, sus motivaciones. El trasfondo es de una moralidad extraña y enfermiza, el deseo y la voluptuosidad son la raíz de todos los males. La búsqueda de placer sexual, lejos de ser visto como un motivo de alegría pasa a ser juzgado mediante unos límites imprecisos pero severos, más allá de esa frontera solo queda el castigo, la dudosa recompensa para quien ha superado todo lo admisible. El cuerpo es, en definitiva, el agente de perdición para el alma. No se si Barker pertenece a la relativa minoría de católicos del Reino Unido, pero sus historias están repletas de ideas que parecen provenir de esa tradición religiosa, todo un campo muy fértil para las interpretaciones freudianas y la psicopatológia en general...¡y por supuesto también para las ficciones de terror!
Esta novela tuvo un claro preámbulo en La condición inhumana, relato incluido en uno de sus Libros sangrientos (ver reseña aquí), el cual también plantea como elemento desencadenante la solución de un acertijo o enigma. En el caso de ese relato se trataba de una cuerda con tres nudos, en Hellraiser de una misteriosa caja. En ambas historias, el esfuerzo por desentrañar el enigma (desenredar la cuerda, abrir la caja), provoca una recompensa con terribles consecuencias. En el caso de esta novela, la promesa es el placer, sin embargo la naturaleza del placer que aporta la llamada caja de Lemarchand, encarnado en los horribles cenobitas, va más allá de los parámetros humanos. Mucha gente ha querido ver en esta propuesta una loa al sadomasoquismo. Pero yo no lo veo tan claro. Frank, el personaje que invoca con la apertura de la caja a los cenobitas, no tarda en darse cuenta de que, desde la perspeciva del ser humano, el prometido placer proporcionado por los cenobitas no es otra cosa que puro y llano sufrimiento. Más allá de la teatralidad o no de los rituales del sadomasoquismo, Barker plantéa una situación que supera cualquier sentido erótico por muy retorcido que sea. La prueba es que Frank quiere escapar de los cenobitas a cualquier precio.
El otro aspecto importante de este libro lo representa Julia, el personaje que provoca el nudo de la trama con su pasión por Frank. En este caso si podemos hablar de cierta tendencia al masoquismo y el servilismo, todo en nombre del deseo. En cualquier caso, en una primera lectura uno podría pensar que la feminidad representa en esta novela la servidumbre a fuerzas que no pueden controlar, pero lo cierto es que ambos sexos y en definitiva todos los personajes, son presentados como seres débiles, enfermos y mezquinos. Nadie se salva de su dosis de pecado.
En suma, este es un librito que siendo muy breve da para mucho. Yo diría que gana bastante si se lee como un relato más de los Libros sangrientos, olvidando toda la parafernalia que produjo después. En todo caso es una buena ocasión para probar la potencia imaginaria de Barker y para dejarse llevar por una narrativa sumergida en entuertos morales, filosóficos e incluso teológicos que no dejarán impasibles a nadie.
Reseña de Antonio Ramírez
Aunque en general estoy contigo en lo que dices, veo en este Barker más de los defectos de su vertiente novelesca que de sus virtudes como cuentista.
ResponderEliminarCreo que se queda bastante corto en este relato, apunta maneras pero se queda siempre a las puertas. Los aspectos más interesantes se quedan meramente esbozados mientras que por contra es menos valiente en sus planteamientos morales. Me parece que hay cierta deriva moralista en este relato, el tópico de el "mal siempre paga" Sus protas son abiertamente gente malota, y desde luego se explota poco la idea del dolor como sumoo placer. Esto quita en mi opinión poder a los cenobitas, que por otra parte finalmente quedan como poco más que mosntruitos sádicos. No se explota esa metafísica malsana como sí se hace en algunos de sus mejores relatos.
En el fondo es un reato pulpero (y Dios me libre de considerar esto como una pega), que se adorna con cierta estética sadomaso, pero que en el fondo toma partido moral por la vieja idea de la "hybris". Aquella de que la soberbia acaba por cobrarse un precio excesivamente caro.
Uno se quda un tanto insatisfecho porque se escamotea lo más interesante, el universo cenobita tiene parte del encanto de la imaginería de Lovecraft, el desvelamiento de que tras lo mundano hay fuerzas implacables, excesivas, ante las que el sentido moral humano es insignificante. Un orden de las cosas que prohibe cualquier visión buenista de la existencia. Una suerte de "otro mundo" que es el realmente verdadero, cargado de caos, de poderes que exceden la comprensión teleológica de las cosas.
Lástima que posteriormente sus novelas fueran tan decepcionantes, aunque ciertamente tienen elementos e ideas muy originales, no acaban de plasmarse más allá de lo meramente estético. Confieso que aún me gusta El gran espectáculo secreto precisamente por el universo fantástico que describe, pero ya sus historias no dejan de ser más de lo mismo, de esas que encuentras por doquier. Y más allá de ilustrar cantidades ingentes de sexo anal, de dualismos al estilo las viejas gnosis (más en lo estético que en el contenido, tristemente) todo acaba por ser, en el fondo, muy convencional.
Salud!!!
Estoy de acuerdo en que al libro el falta mucho desarrollo en muchos sentidos y podría haber dado de más. Y en el fondo parece una especie de "purga de pecados" de Barker, aunque eso lo hace más interesante para mi como documento psicológico que como relato imaginario.
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