jueves, 21 de marzo de 2013

AQUI Y AHORA - Jim Thompson

Primera edición en inglés en 1942
Publicada en castellano por RBA (2013)
Traducción de Antonio Padilla
304 páginas.

Sinopsis.

Dillon ha entrado a trabajar en la industria aeronáutica. Su numerosa y desestructurada familia se haya en una difícil situación económica, dependen de su sueldo. Pero el no abandona la idea de dejarlo todo y convertirse en escritor.

Comentario del libro. 

RBA ha reeditado esta novela en su colección Serie Negra, pero debe remarcarse que este libro no entra ni de lejos en esa categoría. Está claro que la editorial quiere aprovechar el tirón de este autor entre los aficionados del género, quizás más de un lector pueda sentirse decepcionado. En todo caso, al menos por parte  del que escribe, hay que agradecer que esta editorial se haya decidido a reeditar uno tras otro todos  los libros de Thompson, poco importa que sean serie negra o no.

Una vez dicho esto hay que admitir que muchos de los elementos que suelen conformar la literatura más característica de Thompson están presentes en esta novela, pero ordenados y expresados de una manera que se aleja del estilo normalmente frío y cortante que encontramos en sus historias de criminales psicópatas y perdedores sedientos de sangre. Muy al contrario, el tono es intimista e incluso a veces llega a una ternura inusitada, bien es cierto que dentro de un contexto tan duro y desesperante que cualquier tendencia a la sensiblería queda cortada por lo sano. Por lo demás, se trata de una novela muy autobiográfica y siendo así uno comienza a entender de donde viene toda esa amargura que rezuma la literatura de Jim Thompson, no obstante no deja de sorprender la sinceridad con que el autor vierte sus más íntimas vivencias en el papel.

Aquí y ahora fue su primer libro publicado (en 1942). Tal y como narra la novela, su carrera como escritor tuvo un comienzo complicado y no precisamente por falta de talento. Tras publicar varios relatos, sus intentos de escribir una novela son abortados una y otra vez. La falta de dinero, la sucesión de trabajos precarios de todo tipo, sus problemas con el alcoholismo, la imposibilidad de centrarse dentro del caos de una familia numerosa y desastrosa, el suicidio de su padre, sus devaneos con la política, todo ello desemboca en la difícil realización de esta novela en un proceso que tarda varios años. Queda en el papel el fiel reflejo de los sentimientos de Thompson hacia todas estas circunstancias, a veces como confesión, otras como ajustes de cuentas, las más como aullido de desesperación ante una existencia cruel. Aun así, por muy autobiográfico que sea la novela no podemos quedarnos en eso. Hay, evidentemente, todo un talento literario detrás, una capacidad para la escritura que convierte esas experiencias reales en una narración de extraordinaria calidad. Thompson se muestra en todo su esplendor con una prosa sencilla y directa que sin embargo no prescinde de ciertos momentos de lirismo expresivo. Junto al tono realista encontramos situaciones que rozan el onirismo y el delirio, descripciones de estados alterados de consciencia ya sea por las drogas, el delirium tremens o el obsesivo diálogo interior del protagonista. El resultado es un libro que gran riqueza expresiva (que podríamos calificar en algunos momentos casi como experimental) que contradice la linealidad estilística de sus posteriores obras.

 
Leyendo este libro, repleto de descripciones (a veces muy detallistas) de las mezquindades del mundo laboral, no he podido evitar acordarme de Charles Bukowski, muy especialmente de su novela Cartero. La estupidez de los jefes y encargados, la constante explotación, el absurdo en el funcionamiento en los trabajos, la falta de compañerismo, todo ello narrado con una ironía magistral. Desconozco si existe una conexión entre ambos autores, aunque imagino que es muy posible que Bukowski leyera este libro, no solo por el tema del trabajo, también por las referencias al alcohol (y otras drogas) y el lenguaje bastante explícito en cuanto al sexo hacen pensar en una influencia. De todas maneras está claro que ambos autores han bebido de fuentes muy similares, ya sea en cuanto a literatura americana como a europea. En este sentido, señalar como dato curioso que Thompson no duda en poner en boca de Dillon, su alter-ego en la novela, comentarios sobre Flaubert y Robert A. Heinlein. Es algo muy característico de un autodidacta el interesarse por los extremos de la cultura, de ahí sus referencias tanto a las filigranas del naturalismo frances como a la ciencia-ficción norteamericana, y de hecho su propia literatura terminó por aterrizar en un género popular como es el policíaco, aunque paradójicamente acabara por trascender el género para ser estudiada en las universidades.

Destacan en el libro los emocionantes pasajes que tratan sobre los tres hijos del protagonista, dos niñas y un niño. Siempre con el tono sencillo y directo, Thompson logra componer situaciones que van de lo cómico a lo trágico, sin abandonarnos nunca una sensación de profunda tristeza ante la vida de los pequeños y la impotencia de sus padres. La infancia como víctima de todos los males de la sociedad: miseria, ignorancia, maltrato, el autor acompaña la descripción de los infortunios de la clase trabajadora de los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial (como seguirá haciendo después) con algunas reflexiones de calado sentido social. Lo que en otras novelas está más o menos velado en Aqui y ahora se muestra muy claramente. De hecho, Thompson es muy explícito en este libro en cuanto a sus vinculaciones con el Partido Comunista Americano, sobre las cuales ironiza hasta cierto punto pero sin llegar a renegar del todo. Esta relación, que más allá de lo ideológico fue motivada según el autor por sus aspiraciones autodidactas, le costó ser investigado por el FBI (algo que es narrado en la novela) y figurar posteriormente en las listas negras que le impedirían hacer carrera como guionista en la industria del cine.

Hay algunas referencias al crimen, si bien no con la crudeza que muestra en sus novelas de género. Son, en todo caso, referencias a los trapicheos con los que poder sobrevivir o busquedas más o menos ilícitas del golpe de suerte que libraría para siempre de la miseria. Pero nunca Dillon, ni ningún otro personaje, es mostrado como un ser violento y sin escrúpulos, muy al contrario, son seres frágiles, llenos de dudas y miedos que sencillamente desean y ven escapar la felicidad.

En suma, es esta una novela que anticipa y fundamenta algunas de las constantes de Jim Thompson, ofreciendo algunas claves para comprender un poco mejor el oscuro y terrible universo de sus libros. En todo caso, seas o no seguidor de este autor creo que no deberías perdértela.

Reseña de Antonio Ramírez

1 comentario:

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